Como los chorros del oro!!!

Bueno pueeeeeeessss... ya que tengo que convivir estos días con la campanita, que no me deja rascarme, no me deja morder a Pi, y no me deja lavarme como está mandado, pues al menos procuraré tenerla bien limpita... y a eso me dedico cuando no estoy durmiendo o inspeccionándolo todo: me siento (o me tumbo, mejor) y me pongo a lamer y a lamer y a lamer el interior de la campanita, para que esté fresquita y para que se vea bien bien brillante... como los chorros del oro!!! ^^

Aunqueeeeee... ayer tuve un percance... veréis, os cuento... ayer tocaba cambio de tierrita en los areneros. Pi siempre es el primero en estrenarlos, pero mientras él "depositó" en uno, yo fui al otro e hice mis "cositas". Cuando terminé, como siempre, inspeccioné a ver si me había quedado bonito el "monumento", me di la vuelta y le eché tierrita encima con mi patita. Revisé a ver si olía, y sí... así que volví a echarle más tierrita encima... revisé otra vez, y todavía olía... otra vez a echarle más tierrita, aunque empezaba a estar algo enfadado con el asunto... seguía oliendo!!!!!! oh my gat!!!... más tierrita, empiezo a desesperarme!... y nada, que apesta!!! joooooo mamiaaaaaaauuu... fui desesperado a buscar a alguien para que me ayudase con esa cosa que no quería dejar de oler por más tierrita (perfumada para más señas) que le echaba... y... ¿saben cuál era el problema?... C. se dio cuenta enseguida... pues resulta que al inspeccionar la primera vez mi "obra de arte", manché sin querer el borde de la campanita esta, y claro... eso no dejaba de olerme en mis propios hociquitos!!! Miu!!! Ya me limpiaron y me quedé más tranquilo... porque... porque... yo... no soy un gato pez-tozo!... yo... yo... soyyyy... ATHITOOOOO!!!